La tiranía de la Inmediatez

Introducción:

Vivimos en una época dominada por la inmediatez. La tecnología nos ha acostumbrado a obtener todo al instante: respuestas en los buscadores, compras online, entretenimiento a demanda. Pareciera que el tiempo se hubiera acelerado y ya no tenemos paciencia para esperar. Queremos satisfacción instantánea, y eso está afectando nuestras vidas y relaciones.

El reino de lo efímero:

1. Películas y series cortas: Ya no tenemos tiempo o paciencia para ver películas largas en el cine. Preferimos series cortas de Netflix que podemos ver a cualquier hora. Incluso las películas se han acortado y llenado de efectos especiales para mantener nuestra atolondrada atención. Hemos perdido la capacidad de enfocarnos por períodos prolongados.
2. Mensajes breves: Los SMS y WhatsApps han desplazado a las cartas. Twitter limita nuestros mensajes a 280 caracteres. Valoramos más un meme o gif ingenioso que un poema reflexivo. Hemos perdido la capacidad de expresión profunda.
3. Noticias fugaces: Las noticias duran menos de un día. Pasamos rápidamente de un titular a otro, sin profundizar. El sensacionalismo se impone a la investigación seria. Como sociedad tenemos cada vez más información superficial y menos comprensión de los temas complejos.

La urgencia como estilo de vida:

1. Impaciencia al volante: Apenas el semáforo se pone en verde, ya estamos tocando bocina porque el de adelante no arrancó en milésimas de segundo. La impaciencia y agresividad al volante reflejan nuestra falta de tolerancia. Unos minutos detrás de otro conductor se perciben como una eternidad insoportable.
2. Comida rápida: La comida chatarra se impone por su inmediatez. No tenemos tiempo de preparar una comida sana y nutritiva. Devoramos una hamburguesa en el auto mientras nos trasladamos deprisa a la siguiente actividad. Nuestras ansias de velocidad nos llevan a sacrificar la salud.
3. Compras impulsivas: Compramos en línea sin necesidad y sin considerar si el producto es de calidad o realmente lo necesitamos. Nos dejamos llevar por el impulso del momento y la gratificación instantánea. Después los paquetes se amontonan sin usar y el dinero se desperdicia en artículos superfluos.
4. Cirugías EXPRESS: Queremos cirugías estéticas rápidas y resultados mágicos sin el trabajo diario del cuidado del cuerpo. No importa poner en riesgo la salud con tal de lograr el cambio inmediato. Pero estos atajos pueden costarnos caro en el largo plazo.

Relaciones superficiales:

1. Superficialidad religiosa: Incluso la experiencia espiritual se quiere instantánea. Los retiros religiosos se han acortado a un fin de semana poder obtener la iluminación divina de manera rápida y práctica. Pero los frutos del espíritu requieren constancia en la práctica devocional de largo plazo.
2. Amigos desechables: Las amistades se hacen y deshacen rápidamente en línea según la conveniencia del momento. Los amigos se agregan o bloquean de Whatsapp sin miramientos. Las relaciones se vuelven descartables y superficiales.
3. Sexo casual: En las relaciones de pareja se impone la inmediatez del sexo sin compromiso. No hay paciencia para conocer al otro, construir una historia común y ganarse la intimidad. Saltamos a la cama sin crear vínculos profundos. Pero el amor requiere tiempo y dedicación para cultivar la confianza.

Conclusión:

La inmediatez nos está robando la capacidad de esperar, enfocarnos y comprometernos. Estamos perdiendo matices, profundidad y calidad en nuestras vidas. Debemos recuperar la paciencia, reivindicar el valor del tiempo lento y los procesos graduales. La reflexión, los rituales y la espera consciente pueden salvarnos de esta dictadura de la velocidad.

Es tiempo de celebrar nuevamente el arte de saborear el momento presente.